Fue en 1963 cuando Honda como fabricante empezó a producir coches, 8 años después de que empezara su actividad con las motos. 53 años después ha alcanzado los 100 millones de coches producidos y es por ello que viene a cuento recordar uno de los primeros coches de esa andadura, el Honda S500, roadster producido ese mismo año 1963.
El Honda S500 fue el segundo coche de producción de Honda, ya que el primero fue el Honda T360 pick-up para uso comercial del que el S500 tomó el chasis después de que se desechara el Honda S360 desarrollado en 1962. Podemos hablar por tanto que es el primer turismo convencional de la casa.
Con unas dimensiones de solo 3,3 metros de largo, 1,43 metros de ancho, 1,2 metros alto y 2 metros de batalla, fue un kei car en toda regla aunque estaba por encima del tamaño y prestaciones de los kei car japoneses de aquellos años. Optaba por un techo de lona para la capota de accionamiento manual, aunque también estaba disponible en opción un techo duro de fibra de vidrio.
El motor situado en posición delantera era un modesto tetracilíndrico de 531 cc alimentado por cuatro carburadores que rendía 44 CV de potencia a 8.000 rpm y se asociaba a un cambio manual de 4 velocidades. Gracias a su escaso peso de 680 kilos, el Honda S500 alcanzaba una velocidad máxima suficiente de 129 km/h.
Interior coqueto para la época
Otros detalles curiosos del modelo fueron su suspensión independiente a las cuatro ruedas y la transmisión por cadena a las ruedas traseras derivada de las motos de la casa japonesa. Los asientos tapizados en rojo en el interior y el volante de madera le daban personalidad y puso las bases del crecimiento de Honda.
El Honda S500 se produjo solo hasta 1964 y tuvo como sucesores al Honda S600 y el Honda S800 hasta 1970. Un precursor del Honda S2000 que todavía hoy día tiene continuidad con el Honda S660 actual que de momento no se puede disfrutar en España.